martes, 23 de diciembre de 2008

Salida 21/12/2008

Etapa Reina

Tras un parón técnico de un par de semanas para todos, (menos para nuestro director, que nunca para).



Los jelopinos volvíamos a enfrentarnos a una nueva etapa, fría pues la temperatura era baja y los caminos endurecidos por el hielo, parecían que hubiesen parado por completo su actividad, como los reptiles esperando que los rayos de sol calentaran su sangre y los despertase haciéndolos blandos de nuevo y convirtiéndolos en barro.

Pero ahí estábamos nosotros, en nuestra etapa paralela a la del pavo, en nuestra etapa reina, una etapa donde a nuestro director casi se le congelan los deditos de las manos, cuando vino a su memoria que teniía manos y las quiso utilizar, los dedos no le respondían y más que manos parecían frágiles cristales de bohemia, a los que hubiera bastado un leve click y los dedos hubieran ido cayendo de las manos uno a uno como churritos.

Entonces descubrimos las otras utilidades de un par de calcetines, y con ellos nuestro director volvió a sentir suyas las manitas y tomo consciencia de que podía frenar, manejar el manillar, etc. etc.


Después de hacer la foto a los extraterrestres, (que es lo que parecemos con las capuchas, gafas y demás complementos, que alivian el frescor matutino), daba comienzo la verdadera Etapa Reina, una etapa de montaña, como nos habíamos propuesto.


La idea inicial era tomar Clavijo al asalto como lo intentaron en el Siglo XII, pero hacerlo por la cara sur, ascendiendo hasta los montes más altos y que la llegada fuera un gran descenso.

Y así fue, llegamos a los más alto, las antenas de Moncalvillo quedaban a nuestra altura ,una línea imaginaria nos unía con aquellas lejanas picotas, de las que nos separaba el inmenso valle, donde solo unas trasnochadoras chatis que se habían perdido nos preguntaron que como así por aquí, que si estudiábamos o trabajábamos. (Dejo Foto de las chatis).


Como empieza a ser habitual todo iba bien hasta cumbrear, y entonces decidimos parar, pues tras tres horas de intensa subida sin dejar de pedalear el cuerpo no se dejaba engañar con las chocolatinas que LuisMa había olvidado y pedía algo más, pedía comida de verdad. Pues bien comenzó el almuerzo y momento de distensión donde Rober no hizo el estriptis a 0ºC al que nos tiene acostumbrados y que nos dejo helados.


Con la tripa llena seguimos ascendiendo hasta llegar a una praderita increíblemente maravillosa donde solo unos pocos privilegiados podemos dejar nuestras huellas, al igual que lo hicieran en la luna aquellos americanos Armstrong y Aldrin, y marcar nuestras pisadas por donde antes nunca nadie había


pisado y efectivamente así fue, como fuimos por donde nunca antes había ido en bicicleta, pues ni los profesionales de descenso extremo bajarían por donde lo hicimos nosotros sorteando toda clase de alambres de espino, matorrales, pinchos y miles de arbustos terminados en punta y cortantes por donde los tocásemos que hicieron de nuestras piernas, culotes, camisetas y alguna que otra rueda bosta (y no de vaca), pareciendo que veníamos de pelear con un tigre más que de andar en bicicleta.


Pero tras descender monte a través guiados, por unos paseantes que como las águilas desde la distancia estaban controlando nuestros movimientos y no dando crédito a lo que veían, nos orientaron a grito pelado, (Por ahí no bajad por la derecha que iréis mejor, ahora por allí, etc.), hasta llegar al camino por el que conseguimos volver a dar rienda suelta a nuestra afición y hacer de las adversidades un disfrute y algo que contar a nuestros nietos como hacía el viejo abuelo Cebolleta.


Resumiendo una etapa muy divertida a pesar de los pesares, y deseando de volver a pedalear y respirar aire limpio.


Nota.- Empezar a temblar que ya tenemos logo.



Nos vemos en la proxima, podeis hacer comentarios y preguntas y lo que querais es gratis.


Chao, Chao


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Te esperamos en la proxima Nino?

nino dijo...

me estoy preparando ha ver si puedo seguiros