domingo, 25 de enero de 2009

Salida 25/01/09

Tras salidas anteriores donde no había gran cosa que comentar y por eso no las hemos publicado, volvemos al ataque otro Domingo mas.

Y lo hacemos con una Etapa Recurrente, Sorzano-Islallana.

Como los caminos de esta etapa están en buenas condiciones, es ideal para días como hoy pues en esta ruta encontramos el piso compacto y aunque mojado no embarrado, que es la nota predominante en el resto de rutas.

Tras vislumbrar un día esplendido aunque fresquito (frío diría yo) y con previsión de agua en noventa minutos (como en la F-1) tomamos, para calentar las piernas, la ruta de la famosa cuesta de las vacas, pero no sin antes probar la verticalidad de las paredes del velódromo de Prado Salobre, y es al iniciar la cuesta donde nos encontramos con un componente perdido del grupo "el reventón", y con el que compartimos una parte del camino, concretamente hasta llegar a Sorzano, que era el lugar donde nos habíamos propuesto llegar.



Es aquí donde nosotros tomamos la cuesta de la ermita con todas sus curvas y más curvas, con una pendiente que cualquiera que ande en bici conoce, pues Sorzano es lugar de paso donde siempre se cruzan los caminos de los cada vez más numerosos bikers.

Una vez en la ermita y como si de F-1 se tratase, cumpliéndose los pronósticos aparece la lluvia, que aunque leve nos obliga a retrasar el almuerzo y comenzar el descenso hasta Islallana que es el siguiente punto de nuestra ruta.



Mientras descendemos en la dirección escogida, el paseo nos va deleitado con sus paisajes , en gran parte abatidos, por los fuertes vientos que el día anterior soplaron y dieron cuenta de arboles y vallas, una vez en la cota mas baja tomamos la verita del río que nos condujo hasta Albelda.

Pero como ascender es la tónica general, del andar en bicicleta, pues tomamos un camino que como no podía ser de otra manera ascendía directamente hasta el cielo o por lo menos eso parecía, cuando mirábamos hacia arriba y veíamos la pendiente.





Una vez que comprobamos que no era el cielo a donde estábamos ascendiendo, sino a un corral de gallinas (que alguien ha colocado ahí, y que puede estar tranquilo que nadie subirá a robarle los huevos) al lado de una fuente, donde ahora sí, llega la hora del almuerzo.



Pasado el ágape tomamos el cruce que nos llevo hasta Alberite y que daba paso al final de mi etapa, que acabaría en Villamediana. Un poco antes de lo habitual, pero habiendo llegado a nuestro mínimo de etapa, osea 40 Km.

El resto de Jelopinos, es decir Luis Ma y Rober, continuaron para gastar esa energía contenida que ellos tienen y convertir su etapa, en lo que seguro se ha de llamar una etapa potente.

Esperamos que el próximo domingo, el tiempo nos permita disfrutar una vez mas de este vicio que algunos tenemos ("a otros les da por leer").


Chao, Chao te mando un beso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aupa jelopinos!!!