martes, 21 de octubre de 2008

Salida 19/10/08

Esta semana en la salida del viernes con los de O.R. he descubierto lo importante que es llevar el casco y que es mas importante aún llevarlo puesto, pues en época de vendimias lo mas lógico es que los tractores estén a diestro y siniestro por los caminos de esta tierra de vides. Pero lo que no debiera de ser tan lógico es que acaparen el ancho de los caminos y conduzcan mirando hacia otro lado como si nadie más tuviera derecho a circular por ellos. (Nota ahora es la uva, luego el melocotón, después los espárragos y así todo el año).



Así fue como Iban descubrió que no podía volar, y que la gravedad, esa fuerza que nadie ve pero todos sentimos, es normal a la superficie terrestre, vaya que se pego una hostia de ¡¡¡ ole !!! de las de campanazo, de las que solo se consiguen con los mejores frenos de disco, pero afortunadamente no fue a mayores un poquito el sillín y un poquito el casco y un poquito la pierna y un poquito el hombro, y un poquito la cadera, pero nada importante pues el Domingo repitió (No el golpe, volvió a pedalear en su flamante bicicleta).

En otro orden de cosas también agradecer a la gente de O.R. que me tuvieron que esperar durante la marcha del viernes, ya que mi corazón todavía oxidado pero en proceso de pulido, no me dejaba seguir el ritmo tan elevado de la etapa, y a Víctor agradecerle que siga el blog con asiduidad y decirle, como dice Javi Solera, que el veneno ya ha sido inoculado y cuando mi forma física sea un poquito mejor seguro que aparezco algún viernes y puede que hasta con algún otro jelopino.


Ahora damos paso a la etapa jelopina del Domingo que fue intensa, divertida y llena de anécdotas, para no olvidar.

La primera anécdota ocurrió nada mas salir pues mi rueda trasera había sido perforada por el diminuto pincho que se ve en la imagen,



pero que era algo mas gordito que el aire que contenía la cámara, antes de que este tuviera el capricho de atravesar un taco y llegar hasta el alma de mi rueda, y así vaciar por completo el contenido de esta.



Con el retraso que un pinchazo supone, y que para mas INRI siempre es la rueda trasera la que se pincha, comenzamos la etapa que como siempre nuestro director de etapas LuisMa, había maquinado durante gran parte de la noche anterior, trazando diferentes rutas en su cabeza y valorando cual seria la mejor para ese día.

Y cuando por fin el sol golpea los cristales de la ventana de su habitación , Eureka! ya la tengo, nos vamos a Ventas Blancas y subimos al repetidor y una vez allí volvemos por Ribafrecha y nada, en cuatro horitas hacemos la etapa. Pero no todo sale como se planea, la primera parte muy bien y sobre lo previsto, pero no así la segunda parte, "el regreso".



Efectivamente llegamos a Ventas Blancas, iniciamos la subida hasta las antenas, nos cruzamos con otros ciclistas que intentan dar caza a nuestros galgos destacados (Rubén y Rober) y no lo consiguen aunque sí que nos pasan de manera fugaz a mi y a LuisMa que me acompañaba para no dejarme solo, pues doy fé que podía subir tan rápido como los galgos.



Todo iba sobre ruedas hasta que el "GPS" de Rober le indico una ruta llamada vacía, es decir, lo mismo que el Trabajo en física, que si subes un monte y bajas al mismo punto no has realizado trabajo alguno (esto para los estudiantes de Física) pues así fue, dimos la vuelta mas graciosa de todo el recorrido, por los turruntales por donde solo las vacas



son capaces de posar sus pezuñas y alguna que otra cosa.



Por el contrario los paisajes eran indescriptibles y los aromas y los colores con los que el monte nos recibía no podían ser mejores.



No se si nos quedara alguna puerta más por abrir (por llamar de alguna manera, a esos manojos de alambre que impiden que el ganado pase de una jurisdicción a otra) en la sierra, pero si queda, la dejaremos para el próximo Domingo.

Una vez que volvimos al terreno menos inhóspito, por fin dio comienzo la tan esperada bajada, la zigzagueante cuesta que tres horas antes habíamos subido y que la sufrida curcusilla estaba esperando como agua de Mayo, ahora era el momento de la venganza, pues no tenia intención alguna de contactar con el sillín hasta el final de la cuesta y tomar así un respiro.

Pero todo volvía a ir sobre ruedas y si algo tienen los jelopinos es que no les gustan las cosas fáciles y en el horizonte se avistaba un cruce de caminos y era el momento de tomar decisiones.

Intentar atravesar el río y descubrir nuevos caminos o continuar por la senda marcada previamente cuan pulgarcito, y os podéis imaginar cual fue la decisión, una vez más el "GPS" de Rober indicaba que el río era tarea fácil y así fue y tras unos pocos Km mas



llegamos felizmente a casa sanos y salvos, aunque ocasiones para lo contrario no faltaron, pues Rober estrenaba zapatos y pedales y sacar el pie mientras yo me caía encima no parecía nada fácil, y sino que se lo pregunten al huevo de Rober que pedía clemencia, mientras era aplastado entre el manillar y su pierna, y aunque no tenia voz propia se hacia escuchar perfectamente en las palabras que ponía en boca de Rober.

Y la próxima semana ................... mas.
El albúm de esta semana ha dado para mucho y podeis contemplar las 50 fotos donde queda grabada la etapa.




1 comentario:

Iban y Rouse dijo...

SOY IBAN, EL DE LA VOLTERETA.
OYE JELOPA, ESTAS PERDIENDO PASTA EN RAMONDIN.DEDICATE A LA ESCRITURA QUE LO HACES MUY BIEN, Y ES QUE LA BICI....ES BROMA, ESPERA QUE LLEVES 1000kms...
Y A TODOS LOS JELOPINOS SALU2 Y MUCHO ANIMO.!!!QUE VIVA EL BLOG DE JELOPA!!!!