lunes, 20 de abril de 2009

Salida 19/04/09

Las agujas de los relojes se resistía a alcanzar las 9 a.m., parecía que el mundo se iba a paralizar, mientras millones de ojos expectantes se asomaban a través de la caja tonta al circuito de China, donde Fernando Alonso en la parrilla de salida y con los neumáticos de lluvia extrema, hacia girar las ruedas de su monoplaza, pero esta vez a escasa velocidad.
Salida sin emociones fuertes, detrás del safety car, en el mundo real , del Matrix que nos rodea, podíamos descifrar el código y las carreteras parecían dormidas.

Pero...


"En una aldea poblada por irreductibles Jelopinos... se resistían ahora y siempre a mirar la caja tonta y perderse la espectacular etapa que les estaba aguardando... Tomaron su poción mágica y tomaron sus monoplazas con ruedas intermedias y dale que te pego, hasta ser invencibles."


Ruta en bici 158464 - powered by Bikemap

Decidimos subir a Zenzano por la cara B, pues tuvimos que ascender hasta un punto, que luego nos obligo a perder altura y tener que subir dos veces, "energía cinética... energía potencial... y si pillo al que dijo que el trabajo es cero, me lo como."



Metidos en el valle, entre las dos caras del mismo monte, parecíamos maquinas de vapor y no precisamente por la potencia que estas desarrollan si no por la temperatura que alcanzan en su interior, al menos yo, hubo un momento que creía tener una central térmica en mi mismo.



Pero la cosa cambio al alcanzar la primera cumbre y quedar desprotegidos ante la inmensidad del universo. Aquí la temperatura bajo de repente hasta el cero absoluto, y la parada no pudo ser mas breve, tomar aire y acabar con la ingesta de unos bombones con los que el amigo Luis
Ma nos obsequio y que nos proporcionaron parte de la energía necesaria para continuar, pues ahora, tras un leve descenso, daría comienzo la verdadera escalada.



Solo un contraluz podía mostrar lo que nos esperaba..., la sierra.



El valle se mostraba, ante nuestro monoplaza...



... antes de cambiar de cara e ir al parque Yellowstone, donde solo faltaba el oso Yogui y su amigo Bubu, porque lo que es el paisaje estaba todo.



Pero cautivados por el maravilloso paisaje que íbamos dejando tras nuestras
ruedas, y sin interferir en el, (no como los quad que nos adelantan y que hacen un ruido estrepitoso, que rompe toda la paz y la armonía del entorno) llegamos a Zenzano.



Y como todo nos parece poco..., quisimos llegar hasta fuente sextil, que debe ser un sitio, que personalmente creo que no existe, pues siempre y según nuestro guia, que esta vez era Rober, siempre estaba detrás de aquella curva que nunca llegaba, y así "n" Kilómetros y "n" curvas hasta que un ejercito de cien pies o sabe Dios que bichos son estos, se nos cruzo por el camino poniéndonoslo difícil (intentar no pisarlos) pues
hacían una cadeneta nunca vista que seguro formaría parte de algún paso de Semana Santa o alguna procesión, pero que si no te fijas bien más que un ciempiés parecía un cien mil pies.



Una vez en la ultima curva, o por lo menos en la cima mas alta, llegaba nuestra recompensa y con un
día esplendido procedimos a preparar el tan querido por nosotros y envidiado por otros, "bocadillo".



Pero tras dejar en boxes los monoplazas y como decía no se quien...



... El monte tan pronto promete, como te la mete.

Y después de habernos prometido un día espectacular, ahora nos mostraba la segunda parte, osea, nos la quería meter y en cosa de un minuto paso de mostrarnos un sol esplendido a ser invadidos por unos nubarrones, de los de lluvia en tres minutos. Y efectivamente las predicciones se iban a cumplir y las ruedas que llevábamos no eran de lluvia extrema por lo que en sexta y a dieciocho mil revoluciones tomamos la recta de atrás y la curva de delante, mientras veíamos el golpeteo de las gotitas que comenzaban a desprenderse de las nubes y querían completar el ciclo del agua, yendo a parar a los charquitos que algún día se convertirán en río, ya sabéis.



Pero, una vez mas, nuestra poción mágica hizo que nuevamente volviésemos a ser mas rápidos que la lluvia y salvo algunas pequeñas gotas que nos dieron alcance transportadas por el aire, (que a este
todavía no conseguimos ganarle), y que nos recordaron que a nuestra poción le falta algún componente para hacernos invencibles. Con un regreso tranquilo dimos por concluida esta bonita aventura.


Pues nada amiguitos, esto es todo, hasta la próxima.

Un abrazo par mi amiguito Iban (si, con B, eta Rous) que está en Colombia, y que si entra y lee esto le hará ilusión y además porque me apetece saludarle y desearle que les vaya bonito y que regresen pronto los cuatro.

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