lunes, 13 de abril de 2009

Salida 12/04/09

Etapa rápida.

Rápida, porque hoy no disponíamos de tiempo, ni si quiera de esa media horita
más, nuestro guía, debía regresar a su morada antes de lo habitual, al igual que en "el padrino"... ¡¡ la familiaaa !!... es la familia...
Y la de Luis Ma estaba en casa esperándole con los brazos abiertos.



Ruta en bici 151147 - powered by Bikemap

Tras la espera de rigor (15 min) a nuestro maillot amarillo (Joaquín) y el consiguiente plantón de este, decidimos dar comienzo a la etapa, pero no sin ser asaltados constantemente por la duda de hacia donde nos dirigiríamos en el día de hoy,...

A la playa... o a la montaña..., a la montaña... o la playa...

Por fin la cordura se apodero de nosotros y nos ilumino el camino.
Hacia la montaña, como no podía ser de otra manera, pues de lo contrario no seriamos bikers sino biciplaya.

Nuestra "gacela de thomson", (Rober), estaba caliente y no precisamente por el tiempo, que de hecho era más bien frío, pues la primavera solo nos mostró su cara más amable a su llegada, pero en su desarrollo nos esta mostrando su cara mas invernal, pero a lo que vamos, Rober decidió ponérselo difícil a Iñigo el Bermeotarra, que como si fuera del mismo centro de Bilbo, sube las cuestas con plato grande y piñón pequeño, bueno, vale... reconozco que exagero un poco, con el pequeño no, con el anterior.

Pero esta cuesta era demasiado larga y el plato mediano estuvo a la altura.




Y como en esta etapa lo que molaba eran las escapaditas, ¡¡ pues venga !! otra vez a la fuga, cuan pareja de galgos tras la liebre y así sucesivamente hasta que llegamos a Terroba, donde fuimos generosamente recompensados con un caramelito de esos que te impiden hablar durante un largo tiempo, no por nada, solo que son rellenos y cuando les atraviesas el corazón, firmas tu sentencia, pues este se te adhiere a cualquier parte de la boca, sean muelas, colmillos o incluso paladar y puedes estar durante más de media hora intentado que aquello se despegue, pero es inútil porque no se puede conseguir, por más que presiones con la legua o roces los dientes unos contra otros no lo conseguirás y esto te hace ser incapaz de pensar en otra cosa o ser capaz de articular palabra alguna, eso sí, te aporta la cantidad de glucosa necesaria para pedalear durante el tiempo que sea necesario.



Dada la premura, en esta etapa nuestra piedra en el camino, como decía "el dúo gala", no es la de la imagen, ni siquiera el salto que tuvo que dar Iñigo por el costado de la bici en un vertiginoso descenso.
El momento más triste fue cuando decidimos no comernos ese bocata que llevábamos en la mochila, porque la lluvia que empezaba a hacer acto de presencia quiso impedirnos la ingesta y acompañarnos durante unos pocos kilómetros hasta que por fin conseguimos ser mas rápidos que ella y la dejamos atrás.






Hemos superado la velocidad de la lluvia, ahora vamos a por la del sonido y que se vaya preparando la de la luz, que para finales del verano es probable que la superemos de lujo.

Nos vemos en nuestra próxima cita, chao, chao... nos estamos viendo.

1 comentario:

jelopa dijo...

Aupa Nino!!!
A ver si te animas