La mañana apuntaba fresquita, pero soleada y un fin de semana más los jelopinos emprendían la marcha hacia ningún lugar.
En ausencia de nuestro director de etapas "Luis Ma", que hoy no ha podido acompañarnos, la ruta parecía que no iba a ser tan potente, pero como es habitual, en cada etapa vamos ascendiendo en nivel, despacio y sin prisa pero sin pausa.
Esta vez hemos ido subiendo de manera muy ligera primero Alberite tomando oxigeno, manteniendo el nivel llegamos a Murillo y comenzamos a subir un poquito más hasta Ribafrecha donde paramos para tomar aire nuevamente y encontranos con el pasado y el presente a la vez, (valga mirar la acémila y el caballero que podrían formar parte del pasado y la escalera de aluminio que formaría parte del presente, curiosidades de la vida).
Pero volviendo a lo nuestro, ahora quedaba lo más escarpado, la llegada a la cumbre donde todo empieza, Clavijo. Con largas y empinadas subidas, (desconozco el porcentaje), donde el piso era impracticable, en parte por las últimas lluvias y también la cantidad de piedritas sueltas que hacían de la tracción una utopía, y nos ha obligado a pasar a la disciplina de duathlon, osea, subir a patita con la bicicleta a cuestas, todos esos tramos.
Una vez en lo mas alto y haber disfrutado de las vistas, que son impresionantes ahí arriba, a reponer unas poquitas fuerzas y a por el descenso,
peligroso por cierto, pues los socavones que hay en el camino hacen que mantener el equilibrio, en las curvas sobre todo, no sea una tarea fácil y el no verte inserto en uno de estos agujerazos sin darte tiempo a reaccionar y que parezcas un tren de mercancías a punto de descarrilar, también es complicado.
Interesante ruta que algún día repetiremos pero en dirección inversa.
¡¡¡¡¡EEEEEEEEEEEEEEEEE Esto es todo amigos!!!
En ausencia de nuestro director de etapas "Luis Ma", que hoy no ha podido acompañarnos, la ruta parecía que no iba a ser tan potente, pero como es habitual, en cada etapa vamos ascendiendo en nivel, despacio y sin prisa pero sin pausa.
Pero volviendo a lo nuestro, ahora quedaba lo más escarpado, la llegada a la cumbre donde todo empieza, Clavijo. Con largas y empinadas subidas, (desconozco el porcentaje), donde el piso era impracticable, en parte por las últimas lluvias y también la cantidad de piedritas sueltas que hacían de la tracción una utopía, y nos ha obligado a pasar a la disciplina de duathlon, osea, subir a patita con la bicicleta a cuestas, todos esos tramos.
Una vez en lo mas alto y haber disfrutado de las vistas, que son impresionantes ahí arriba, a reponer unas poquitas fuerzas y a por el descenso,
peligroso por cierto, pues los socavones que hay en el camino hacen que mantener el equilibrio, en las curvas sobre todo, no sea una tarea fácil y el no verte inserto en uno de estos agujerazos sin darte tiempo a reaccionar y que parezcas un tren de mercancías a punto de descarrilar, también es complicado.
Interesante ruta que algún día repetiremos pero en dirección inversa.
¡¡¡¡¡EEEEEEEEEEEEEEEEE Esto es todo amigos!!!
1 comentario:
Esta semana no habeis salido?
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